¿Cómo afecta la reventa de entradas a mi evento y cómo puedo combatirla?

Esta práctica abusiva afecta gravemente a promotor, artistas y asistentes

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Entrada leída desde el móvil

En las últimas semanas ha vuelto a visibilizarse uno de los fenómenos más perjudiciales en espectáculos y grandes eventos: la reventa de entradas. Existen algunas formas de luchar contra esta lacra pero, a veces, parece no interesar ponerle freno a una especulación que perjudica a tanto al asistente, como al promotor y a los propios músicos.

Los eventos que recientemente ha vuelto a poner sobre el foco mediático la problemática de la reventa de entradas han sido las actuaciones de U2 que tendrán lugar en España. El escándalo ha sido tal que ha llegado hasta el Congreso de los Diputados. Pero no solo en eventos musicales únicamente, también eventos deportivos se han visto salpicados por la exposición de este problema en los últimos días.

Joaquín Sabina y Alejandro Sanz han sido los primeros artistas que se movilizaron en contra de esta problemática. De hecho, este último creó la "Alianza Anti-reventa", para tratar de poner fin a esta "abusiva situación que perjudica a los consumidores" y conseguir que la venta de entradas sea para fans.

Existen ticketeras que se han desmarcado de esta práctica, han mostrado su postura contraria y han puesto las vías para combatirla, como es el caso de Enterticket, ticketera de IDASFEST.

 

¿En qué afecta la reventa de entradas?

Partiendo de la base de que únicamente beneficia a quien revende, este fenómeno afecta a todo el espectáculo. Utiliza los sentimientos de los fans para lucrarse. Los interesados deben pagar una cantidad desorbitada para vivir una experiencia única que quizás nunca más vuelvan a poder vivir. 

Al promotor también le perjudica de forma flagrante, ya que terceros están aprovechando de su venta de entradas para lucrarse. Además del deterioro de la imagen de su evento que supone que, poder asistir, sea 10 veces más caro de lo que en realidad sería. Por último, los músicos se ven afectados en la medida en que se le están poniendo, a sus seguidores, barreras (en este sentido económicas) para asistir a sus conciertos y, muchas veces, son ellos los que sufren la ira de los fans por esa situacion.

 

¿Por qué es un negocio alegal?

Como en tantos aspectos, la legislación española no ha avanzado al vertiginoso ritmo de la tecnología y es una ley de 1982 la que regula este oscuro negocio. El real decreto, para evitar esta práctica ante el Mundial de fútbol que se celebraba ese año en España, prohibía la reventa en la calle, pero obviamente no decía nada de Internet porque no existía la venta de entradas vía online.

Por eso, la reventa a través de plataformas se encuentra en una situación alegal, aprovechando ese vacío de la ley.

 

¿Cómo consiguen estas plataformas de reventa las entradas?

La forma más conocida seguramente sea a través de bots, también llamados "brokers". Se trata de un software capaz de procesar multitud de operaciones en segundos, llegando incluso a más de 2.000 peticiones por minuto. En este caso, comprar miles de entradas en un tiempo imposible para una persona.

Con esa capacidad de procesamiento, la venta de entradas de conciertos se pueden durar muy poco tiempo y ponerse a la venta simultáneamente en mercados secundarios a precios muy elevados. Todo automatizado.

 

¿Qué formas hay de combatirla?

Existen cada vez más formas de combatir la reventa de entradas. Cierto es que, a veces, no interesan. Una de las formas más comunes para combatir la reventa son las entradas nominativas, es decir, entradas con nombre del asistente y con las que, para acceder al recinto, además de la entrada se necesita el DNI que acredita que esa entrada a está al nombre del portador. Las entradas nominativas evitan la reventa de forma incuestionable.

Pero también existen otros modos de combatirla yendo más allá de las entradas nominativas: habilitar procesos de cambio de nombre actualizando precios. ¿Esto en qué consiste? Básicamente en que el cambio de nombre valga lo mismo que el precio de las entradas actuales, por lo que la reventa no puede lucrarse.

Otra opción es limitar el número de transacciones, por ejemplo, que una misma tarjeta de crédito, o método de pago, pueda comprar un número limitado de entradas. Normalmente, el número suele ser 4, pero es el promotor quien debe decidirlo.

También la preventa es una acción que está empezando a coger fuerza y es habilitar la opción de comprar entradas antes para los miembros del club de fans, para los que hayan comprado el álbum...

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