Jone Pérez (A Greener Festival): 'La tecnología puede ser una gran aliada de la sostenibilidad en festivales'

Jone Pérez es ingeniera química especializada en sistemas de gestión de la sostenibilidad y cálculo de la huella de carbono.

¿Qué es A Greener Festival? ¿Y Planea?

A Greener Festival, una organización de ámbito internacional que desde hace más de 10 años ofrece formación, consultoría y una certificación propia sobre el desempeño medioambiental y social para eventos y festivales de todo el mundo. Yo me incorporé hace unos años, primero como auditora y después he ido desarrollando diferentes servicios de consultoría y de cálculo de huella de carbono para ellos. También les represento en España.

Por otro lado, Planea es mi propia consultoría de sostenibilidad especializada en eventos y festivales pero que también abarca otros proyectos fuera del sector. Por ejemplo, ahora mismo estoy con varios proyectos con ayuntamientos, relacionados con la gestión de residuos, el desperdicio de alimentos o el cálculo de la huella de carbono municipal.

Además, pertenezco a STAGE un colectivo de profesionales expertos y referente a nivel nacional en materia de sostenibilidad en eventos, nacido a raíz de la pandemia con el objetivo de fometar la sostenibiliad en el sector de los eventos y también de poner en valor a los profesionales que trabajamos en ello."

¿Qué valor diferencial tienen exactamente los eventos socialmente responsables?

Los eventos son una herramienta más de comunicación para las organizaciones y tienen que tener una coherencia con los valores que la organización quiere transmitir. Si entre esos valores está la responsabilidad social, el valor diferencial que aporta un evento responsable es la credibilidad y mejora de la reputación.

Dentro del aspecto medioambiental en eventos y festivales, ¿qué tendencias están teniendo más protagonismo en los últimos tiempos?

En los festivales que auditamos lo que más se va notado son las mejoras en la recogida selectiva, sustitución de vasos desechables por vasos reutilizables (aunque no siempre es la solución más sostenible) o la introducción de envases y packaging compostable. Los proveedores también van innovando y los productos y servicios que ofrecen tienden a ser más sostenibles: baños secos o con menor consumo de agua, baterías o generadores más eficientes, uso de vehículos eléctricos para el reparto, etc.

También es cada vez más frecuente ver la implicación de los organizadores con asociaciones locales y colaboración en sus proyectos, como limpiezas de playas, recaudación de fondos para especies protegidas de la zona o donación de comida a bancos de alimentos.

¿Crees que los eventos y festivales adquieren cada vez más compromisos en materia de responsabilidad social y medioambiental? De ser que sí, ¿por qué?

Si, creo que la sociedad lo está demandando cada vez más y el sector se está poniendo las pilas. También lo van exigiendo los patrocinadores y más recientemente las administraciones públicas, con lo que creo y espero que siga esa tendencia.

¿Cómo es la acogida del público a los compromisos sociales que adquieren los eventos?

Creo que depende mucho del tipo de evento, del tipo de público y de cómo se realice la comunicación de esos compromisos. 

En algunos festivales hemos comprobado que el público estaba bastante ajeno (más habitualmente en macro-festivales). En cambio en eventos o festivales a pequeña escala creo que tiene mejor acogida, porque el propio formato lo permite. En eventos profesionales o corporativos también creo que el público lo valora más y también es más habitual verlo. 

¿Qué importancia tiene la comunicación en todo ello?

La comunicación es fundamental para visibilizar y potenciar todos los esfuerzos y compromisos que el evento ha adquirido. Si no se comunica bien, se pierde todo ese potencial de transmitir valores y “contagiar” a todos los grupos de interés que rodean a un evento, desde los proveedores y contratistas hasta el público asistente. 

También es importante que la comunicación se base en datos reales y honestos  para no caer en el “greenwashing” que podría generar un efecto totalmente contrario al deseado.

¿Es posible neutralizar el impacto de algún modo en eventos de miles de personas?

Neutralizarlo del todo, no. Un evento ya sea de miles o de decenas de personas va a tener inevitablemente un impacto negativo, sobre todo medioambientalmente. Pero sí se puede “neutralizar” por ejemplo, la huella de carbono de ese evento, es decir los gases de efecto invernadero que se han emitido como consecuencia del evento, mediante proyectos que reduzcan o capturen la misma cantidad de emisiones emitidas; o se puede “compensar las molestias” de la comunidad local en la que se sitúa el evento por ejemplo favoreciendo el consumo local o contribuyendo a proyectos de mejora que repercutan en la comunidad. 

En cualquier caso, el mayor esfuerzo debe ir siempre dirigido a minimizar ese impacto negativo y solamente después, tratar de neutralizar  aquellos impactos que no se han podido evitar.

En este contexto actual, ¿crees que las cuestiones ambientales han perdido relevancia en esta nueva normalidad o han adquirido más importancia?

Creo que sin duda han adquirido más importancia. A pesar de que muchas de las medidas para protegernos del coronavirus están suponiendo pasos hacia atrás en aspectos como el uso de productos desechables (mascarillas) y de plásticos en general, al mismo tiempo se está despertando gran interés por las cuestiones ambientales por parte de la sociedad en general pero sobretodo de las marcas y organizaciones, y también por tanto, de los promotores de eventos. Y lo estamos notando en un aumento de peticiones de información que nos estan llegando últimamente.

A nivel social, ¿se adquieren compromisos desde los eventos y festivales? ¿De qué forma?

Se pueden adquirir compromisos sociales de muchísimas maneras, por poner varios ejemplos:

• Mediante una estrategia de contratación inclusiva tanto de los trabajadores del evento, como proveedores, contratistas o los propios artistas.
• Procurando que el evento sea accesible para personas con alguna discapacidad.
• Garantizando espacios seguros para mujeres, LGTBI o cualquier otro colectivo discriminado y ayudando a prevenir y monitorizar las agresiones sexuales dentro del evento.
• Facilitando el acceso gratuito o a menor coste para personas en paro o en riesgo de exclusión social.
• Visibilizando o captando fondos para asociaciones, ONGs de sectores sociales o colectivos más vulnerables.

¿En qué medida crees que la tecnología ayuda a la sostenibilidad en eventos?

Creo que la tecnología puede ser una gran aliada en muchos aspectos, así que se me ocurran: para reducir el uso y consumo de papel, para optimizar procesos y por tanto minimizar el uso de recursos, para captar datos que ayuden a reflejar la idoneidad de las acciones ambientales o sociales que se hayan implementado o para reforzar los mensajes y llegar a más personas, por ejemplo.